QUE ES EL ACUERDO
DE LIBRE COMERCIO (TTIP) ENTRE EEUU Y U.E
Es un acuerdo que comienza a negociarse en
2011 entre representantes europeos y estadounidenses, donde el 90% de los
representantes pertenecen a grandes corporaciones. Es un acuerdo que busca en
realidad no la reducción de los bajos aranceles existentes, sino la
desregulación del comercio, normativa medioambiental, alimentaria, intelectual,
laboral, y privatización de los servicios públicos etc.
Siendo los intereses económicos de las
multinacionales los que están dictando las negociaciones, existiendo más de 100
reuniones entre grupos de personas que trabajan en favor de ciertas empresas
(lobistas) y multinacionales para negociar el contenido del acuerdo con los
representante de EEUU y UE.
Está siendo negociado en secreto imponiendo
la U.E un periodo de 30 años para su publicación, saltándose su propia
legislación en leyes de transparencia y siendo un asalto a la ciudadanía
europea, apenas se conocen detalles de los documentos excepto los filtrados. A
los eurodiputados solo les dejan leerlos durante 2 horas en una sala vigilada y
no pueden entrar con aparatos electrónicos para no realizar copias, si comentan
o informan de los documentos pueden ser sancionados.
En nuestro país solo I.U y Podemos están en
contra y junto con los sindicatos y movimientos sociales están realizando una
campaña de información a la ciudadanía, puesto que fue rechazado el referéndum
que pidió Izquierda Unida por los demás grupos parlamentarios en el congreso.
El TTIP estará por encima de las
constituciones y legislaciones de los países, creando tribunales de arbitraje
internacionales donde sus miembros son elegidos por las grandes corporaciones
para su beneficio mutuo, con el único fin de aumentar sus beneficios a costa de
los ciudadanos europeos y estadounidenses.
El TTIP busca crear
nuevos mercados abriendo el sector público a la adjudicación de contratos por
parte de la administración a las
multinacionales, lo que amenaza con
provocar más privatizaciones en la sanidad, educación, pensiones y servicios
sociales, al verlos como fuente de negocio y no como un servicio a los
ciudadanos, que solo podrán tener esos
servicios los que puedan pagárselos.
El acuerdo atenta contra los ciudadanos al
conceder más protección a las corporaciones que a los propios estados,
incluyendo una cláusula de protección a los inversores privados que permite
demandar a los estados que aprueben leyes que afecten a sus beneficios
presentes o futuros. Si un Estado aprobara una reforma encaminada a la
protección de los trabajadores y trabajadoras podría ser demandado en esos
tribunales de arbitraje teniendo que indemnizar a las multinacionales, como ya
está pasando con países como Alemania, Australia, etc.
EL
TTIP Y LOS DERECHOS LABORALES DE LOS TRABAJADORES/AS
En lo referente a derechos laborales uno de
los países del acuerdo, EEUU el gran país democrático, se niega a ratificar los
convenios con la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T) en lo referente
a libertad de asociación y practicas sindicales, su legislación está diseñada
para ir en contra de la negociación colectiva y los sindicatos, dejando solo al
trabajador frente a los empresarios a la hora de negociar, si se puede llamar
así, moldeando el mercado laboral en la competencia entre trabajadores/as.
El TTIP busca igualar a la baja los
derechos laborales, reduciendo las condiciones y costes laborales de los
trabajadores/as europeos para el beneficio de las corporaciones, incrementando
la precariedad, deslocalizaciones y bajada de salarios encaminándonos hacia el denominado
salario de supervivencia.
realizado en su país con una legislación
bajo el llamado “Derecho a trabajar”, el cual permite a las empresas bajar
salarios, eliminar pagas y seguros médicos (al no existir la Sanidad Publica en
EEUU), etc.
El TTIP es una amenaza para el empleo,
según investigadores independientes se esperan pérdidas de empleo para los
europeos, ya que el acuerdo invitara a las empresas a incorporar productos y
servicios de EEUU donde la normativa laboral es menos exigente o inexistente en
algunos casos, y los derechos sindicales no existen.
Como la UE estima que los trabajadores que
pierdan el empleo gracias al TTIP probablemente no podrán volver a trabajar, ha
aconsejado a los gobiernos que echen mano de los fondos de ayuda estructurales
para minimizar el impacto sobre el
desempleo.
Pero no solo los trabajadores europeos
saldrían malparados del acuerdo, la Comisión Europea sugiere que el TTIP
también conllevara perjuicios a los trabajadores estadounidenses, que se
sumaran a los 12 millones de personas que están oficialmente en paro en EEUU.
CCOO como Sindicato de Clase, seguirá
luchando con otras organizaciones para evitar la firma de este acuerdo entre
EEUU y UE.
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