martes, 11 de marzo de 2014

Los hechos desmitifican las mentiras

Hace aproximadamente 2 años realizamos un estudio de la deuda soberana en el Estado Español, y en ella y según los datos que barajaba el Banco de España, la deuda pública española era una de las más bajas de Europa: nuestro nivel de deuda pública, en términos de PIB, era unos 15 puntos inferior a la de Alemania. El problema es que la deuda privada era casi 5 veces la pública. Ante esta perspectiva anunciábamos que la deuda privada podría incrementarse más y traspasarse a la pública. Ahora, se ha incrementado ostensiblemente.

La deuda pública, del 73% en 2011, sube al 94% en diciembre del 2013 (sin contar el porcentaje correspondiente a los 41.000 millones de euros del rescate bancario aplicado por el BCE). Esta subida supera el 100 % del PIB, el nivel más alto de los últimos 100 años: de 737 334 millones en 2011 sube a 961 555 millones de euros en 2013 (Datos del País17/2/2014).
El déficit pasa del 5,3% del PIB en 2007 al 7,6 % en 2013 (sin contar los 41.000 millones provenientes del rescate financiero que también deberemos devolver al BCE). Dicho déficit (diferencia entre recaudación y gastos del estado) pasa ahora al 10,6 % del PIB.
En 2011 los gobernantes nos decían que para disminuir la deuda pública es necesario recortar todavía más en sanidad, educación, pensiones, congelar, bajar el sueldo de los trabajadores y una reforma laboral que facilite y abarate los despidos. Hoy, que lo han conseguido, continúan los recortes en lo social y con la creación del Sareb (nombre puesto al banco malo) hacen aumentar en 10.000 millones al mes la deuda pública. Es la deuda privada de los bancos que viene transferida al Sareb.

El ministro Luís de Guindos, el 13 febrero de 2014 y en rueda de prensa, declara a los periódicos: “La creación del Sareb, el banco malo”, al que se han transferido 200 000 activos tóxicos inmobiliarios; esto ha ahorrado 20.000 millones de euros a las arcas del Estado. (En una crisis bancaria, en la cual se han visto afectados de una forma muy clara el sector inmobiliario y el sector financiero como consecuencia de la burbuja inmobiliaria, lo importante es ganar tiempo; y el Sareb es un instrumento para ganar tiempo). El Sareb ha recibido en términos brutos 100.000 millones de euros de activos, en una transmisión en bloque de manera que ni las entidades cedentes, ni el propio supervisor sabía lo que se estaba transfiriendo al Sareb. Ahora ya lo sabe”, señaló el ministro.

En realidad, la deuda privada de las empresas es enorme: Telefónica tiene 45.381 Millones de deuda. El gobierno está preparándose para transferir la deuda de las empresas en deuda pública, creando un “banco público malo”, al servicio de las empresas privadas. Visto que el engaño del “Banco Malo” ha colado entre los trabajadores, ya que pagaron religiosamente, este Ejecutivo se afana en repetir otra vez el fraude.

La morosidad en la Banca Española aumentó en diciembre de 2013 hasta el 13,6 % de sus créditos, lo que supone un nuevo máximo histórico. Datos publicados (18/02/2014) por el Banco de España. Este porcentaje equivale a un total de 197.000 millones en préstamos que les entidades consideran irrecuperables o de difícil cobro. Esos datos de la morosidad se traducen para la clase trabajadora en desahucios: 40.000 desahucios en 2012; 75.000 en 2013 y la tendencia sigue aumentando.

El robo continuado de las Compañías Eléctricas, que ganaron en 2013 un total de 7.985 millones de beneficios: 3.557 millones Iberdrola, 1.657 millones Gas natural, 2.771 millones Endesa. Dichas empresas quieren que la deuda eléctrica, por supuesto ficticia, que asciende a 4.000 millones de euros en el año 2013 la paguen los consumidores, con la complicidad de los últimos gobiernos. Estas compañías jamás tienen bastante. Basta recordar la subida del 60 % en la factura de la luz en los 5 últimos años (El País 21 diciembre 2013). A esto habría que sumar la subida en la tarifa de potencia. ¡Resulta claro que los beneficios de los capitalistas son privados y sus deudas son públicas!

¿Qué puede esperar la clase trabajadora de la política parlamentaria ante semejantes desmanes? ¿Qué ha significado la política parlamentaria estos últimos 20 años para nuestra clase? La evidencia es clara: ha significado una carrera demagógica, un mercado de prebendas y favores, un provincialismo ignorante del mundo, sin un ápice de visión, que ha terminado en una farsa desquiciada.

Detenerse en este teatro de vanidades es una pérdida de tiempo. No hay otro camino para los asalariados que contar consigo mismo, organizarse en todo el mundo, buscar una ciencia sin mitos. El camino del rescate es el camino del Internacionalismo.

Círculos Internacionalistas de Zaragoza

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