El CORTE INGLÉS ha destacado siempre por el
desprecio más absoluto de los derechos de sus trabajadores y
trabajadoras.
¿Sabes
que recientemente la dirección de El Corte Ingles ha despedido a un trabajador
padre de dos niñas de 3 y 6 años?
Así
es el Corte Inglés en general y el centro de Sagasta en particular. Lejos de
aplicar medidas formativas, de recursos humanos o comerciales innovadoras y con
futuro, están hiriendo de muerte a su valor más preciado; sus
trabajadores.
Parece
que se les olvida que es el trato al cliente lo que ha dado categoría de imperio
comercial al triángulo más famoso de España. Para ello es esencial tener
suficiente personal y motivado. Sus trabajadores le han llevado a la situación
líder del mercado que ostentan pero su trato para con ellos a cada segundo es
más miserable.
Mientras
usted compra y recibe una sonrisa de los empleados recuerde la situación extrema
que están viviendo todos los trabajadores que le
atienden.
El
Corte Inglés muestra una actitud amenazante e intimidatoria que emplean con los
trabajadores obligándoles, entre otras cosas, a realizar tareas muy por encima
de sus obligaciones como empleados, transformándose también en empaquetadores,
reponedores, limpiadores, fotógrafos profesionales, decoradores de interiores,
psicólogos, y sobre todo enemigos
de todos sus compañeros,
en una misma jornada laboral, sin cuestionar y en constante tensión por el
castigo inminente forma de sanción e incluso el despido.
El
abuso de poder y la codicia desmedida son un mal binomio para nuestra sociedad,
y por supuesto en un lugar de trabajo. Es ilegal, genera odio y pobreza moral,
haciendo incontrolable el convivir sano en nuestro día a día. El miedo y la
represión no deberían de pertenecer a un mundo laboral pero en algunas empresas
ancladas en el franquismo se trata del pan nuestro de cada
día.
RECUERDA,
cada vez que compras, detrás de la sonrisa amable de quien le ayuda hay un
trabajador viviendo el desprecio del El Corte Inglés, una fachada de elegancia
tras una mano que golpea con dureza las ilusiones y proyectos de muchas familias
que dependen de su trabajo. Un padre de dos niñas ya no podrá trabajar por el
capricho egoísta de una empresa.
¡¡Basta
de represión, ni un despido más¡¡
¡¡Trabajador
despedido readmisión!!
Más Informacion:
César Gómez.
Responsable GGAA Fecoht Aragón
619 619 743
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