El 24 de febrero, en un cartel sobre
la reforma de las pensiones anunciada en esas fechas, los crítiCCOOs decíamos:
“Las propuestas del gobierno significan que se está preparando una ofensiva
generalizada para recortar aún más los derechos de los trabajadores”. Y
añadíamos: “Vienen tiempos difíciles”. Pues bien, las nuevas medidas económicas
anunciadas por el gobierno significan que ESA OFENSIVA GENERALIZADA YA
EMPEZÓ.
Más allá del contenido de las mismas,
esto es lo verdaderamente relevante. Después de años sacándonos plumas
(extensión de la subcontratación y de la precariedad, pérdida de poder
adquisitivo, prolongación de la jornada, abusos patronales de todo tipo) y,
sobre todo, después de años de pasividad sindical ante ese grave deterioro,
pasividad que sólo podía envalentonar a la patronal, ahora la burguesía quiere
no sólo todas las plumas: quiere la gallina, los huevos y los pollitos, lo
quiere todo.
Como suele ocurrir, una vez empezado
el ataque, dará un acelerón: reforma laboral, más ajustes económicos, aumento
de la edad de jubilación... Que nadie se engañe: podemos votar cada cuatro
años, pero, salga elegido quien salga,
los que mandan realmente son los grandes
capitalistas (banqueros y empresarios), que tienen más poder que los
gobiernos votados por la gente. Vivimos en una dictadura del capital y, si se
aceptan las reglas del capitalismo, hay que hacer lo que los capitalistas
ordenen. Sólo tenemos dos
alternativas: resignarnos o luchar.
Pero para defender nuestros intereses
hay que tener una cosa clara: el ataque no es contra un colectivo o un sector
de trabajadores determinado, es contra toda la clase obrera. No va a
haber salvaciones particulares (para un individuo, una empresa, un sector o un
territorio). O nos salvamos todos o nos ahogamos todos.
Aunque el Gobierno anunció el recorte
salarial del 5% para los empleados públicos, hay que ser muy iluso para pensar
que las medidas no tendrán su reflejo en las empresas, nuestros derechos está
totalmente ligado a la lucha contra los recortes
El movimiento obrero lleva años muy
dormido. Llegó el momento de despertar, de recuperar nuestras tradiciones
combativas. Tenemos que volver a jugar el papel sindical que nos corresponde,
ser una punta de lanza de la lucha obrera. Desgraciadamente para nosotros, esto
no hizo más que empezar porque los capitalistas son insaciables.
Hay que prepararse para una batalla
muy dura. Y la mejor manera de prepararla es unificando las fuerzas de todos
los trabajadores, lo que tiene un nombre
muy concreto: HUELGA GENERAL. ¿Qué están esperando los dirigentes
sindicales? Antes decían que no había ataques, ¿es que ahora los ataques les parecen
insuficientes? Llegó el momento de convocar una huelga general en defensa de
nuestros intereses de clase y para que la crisis la pague quien la provocó: los
capitalistas.
Sector Crítico de CCOO. 31
de mayo de 2010
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